Una lesión deportiva es aquella que se da durante el ejercicio, puede ocurrir de forma accidental, bien por una mala posición o caída. También puede darse por una practica inadecuada de la práctica deportiva, al forzar más de la cuenta o por practicarlo de forma errónea.
En cualquiera de los casos es necesario que se lleve a cabo una recuperación para asegurar que la zona afectada se recupere en su totalidad para poder recuperar las rutinas.
LESIONES MÁS COMUNES SEGÚN LOS DEPORTES
Podemos pensar en deportes de alto riesgo, como el paracaidismo, el motocross o el descenso a alta velocidad, pero esto no es así. Los deportes que más lesiones producen no son aquellos llamados ´´extremos´´, en realidad son deportes del día a día, algunos de ellos:
– CROSSFIT: El 73% de los que los practican han sufrido alguna lesión, la mayoría de hombro y espalda, pero pueden llegar a producir hernias discales, salidas de hombro, incluso roturas de clavícula.
– RUGBY: Es un deporte de contacto intenso y constante, lo cual hace que el riesgo de lesión sea importante. Las lesiones más habituales son las roturas de ligamento, de rodilla o menisco.
– FUTBOL: Uno de los deportes que más se practica y que más lesiones provoca, sobre todo de rodilla y tobillo, pasando por fracturas, esguinces y contusiones.
RECUPERACIÓN DE LA LESIONES
Es importante seguir una serie de recomendaciones si queremos seguir una recuperación total y no sobrecargar la zona para evitar daños mayores. Los factores que influyen en las recuperaciones pueden ser:
– El compromiso con las indicaciones del fisio, médico…
– El perfil físico de la persona, esto hace que el tiempo de recuperación pueda ser mayor o menor.
– La gravedad de la lesión y el tratamiento de esta.
– Si el individuo ha tenido lesiones previas en la misma será más difícil que sane rápido.
– El hecho de padecer patologías previas puede ralentizar el proceso de recuperación u obligar a determinadas decisiones, como la decisión de no volver a practicar ese deporte.
FORMAS DE EVITAR LAS LESIONES DEPORTIVAS
Aunque a veces es inevitable, hay forma de prevenir ciertas lesiones y ayudar a preparar el cuerpo para que no se den con tanta frecuencia o sean un poco más leves.
Algunas formas de prevenir estas lesiones:
– Calentar antes de los entrenamientos, sobre todo las zonas flexibles, como el cuello, los tobillos y las muñecas.
– No forzar las posiciones y de hacerlo, que sea de una manera lenta y cómoda que permita generar una posición natural.
– Conocer el deporte o la actividad que se realiza para saber que zonas del cuerpo sufren más y como trabajarlas adecuadamente.
– Es recomendable acompañar la actividad física con complementos nutricionales y vitamínicos que ayuden a la recuperación muscular tras un entrenamiento, regeneración tras una lesión o que potencien la actividad hasta un rendimiento óptimo.
Esperamos que el artículo de esta semana haya sido de tu interés, suscríbete a nuestro blog para estar al día de todas las novedades.
¡Te esperamos!
