FITOTERAPIA: 10 PLANTAS QUE DEBES CONOCER

El Ginseng: La planta vigorizante por excelencia

En China y Corea se considera que el Panax ginseng, originario de Extremo Oriente, es la verdadera raíz de juventud. Se la denomina también «hierba real». Durante siglos estuvo exclusivamente reservada a la familia Imperial. El ginseng fue introducido en Europa en el siglo IX por un médico árabe, pero no fue hasta el siglo XVIII cuando empezó a ganar popularidad.

Actualmente, el ginseng se utiliza por su acción tónica general sobre el rendimiento físico e intelectual. También se utiliza en estados de fatiga pasajera.

El Arándano Rojo: La planta de las vías urinarias

El arándano rojo, también llamado cranberry (o Vaccinium macrocarpon), es una planta con pequeñas bayas rojas, originaria de Norteamérica, que crece de forma natural en las turberas, en los bosques altos, en los suelos musgosos de las landas ricas en turba e incluso en los prados arenosos.

Es muy rico en vitamina C y polifenoles antioxidantes. Gracias a su composición, tiene una alta acción bactericida tanto a nivel digestivo (desde la boca hasta el estómago), así como una alta protección contra las infecciones urinarias

El Herpagofito: Para el bienestar de las articulaciones

Originario del sur del continente africano, el harpagofito crece en estado salvaje, sobre todo en el desierto del Kalahari (Namibia, Botsuana). El sobrenombre de «garra del diablo» le viene de los ganchos curvados y acerados de sus frutos, que tienden a engancharse en el pelaje y las pezuñas de los antílopes.

El harpagofito se ha utilizado tradicionalmente para tratar afecciones articulares dolorosas leves y esguinces. Las propiedades benéficas del harpagofito se concentran en su raíz.

La Valeriana: La planta de las mil y una noches.

La valeriana ya se usaba en la antigüedad por sus propiedades relajantes. Plinio el Viejo la menciona en su obra. Sin embargo, no será hasta el siglo XVI cuando se reconozcan las propiedades en las que se sustenta la reputación de la que goza hoy en día.

La valeriana o «hierba de los gatos» concentra el grueso de sus propiedades en sus partes subterráneas: la raíz y el rizoma. Contribuye a recuperar la calma y el equilibrio, para hacer frente al estrés cotidiano y ayuda a dormir mejor.

El Gingko: La planta de la memoria.

El Ginkgo biloba es un árbol sagrado de Oriente que puede vivir durante miles de años. Se cree que, con sus 190 millones de años, es el árbol más antiguo que queda sobre la tierra. También se lo conoce como el «árbol de los cuarenta escudos». Sus hojas, en forma de abanico, son muy características.

El Ginkgo biloba cultivado en China, en Corea y en Japón, además de en el sudoeste de Francia, es conocido por sus propiedades antioxidantes y contribuye a mejorar la memoria y la concentración.

La Eschscholtzia: La planta del sueño reparador

La eschscholtzia, originaria de California, fue introducida en Europa por el botánico ruso J.F. ESCHOLTZ, en el siglo XIX, como planta ornamental. Esta planta pertenece a la misma familia que la amapola, las papaveráceas.

También conocida como amapola de California, la eschscholtzia es célebre por sus efectos beneficiosos sobre la calidad del sueño, especialmente porque favorece un sueño ininterrumpido. También es buen complemento de la Valeriana.

La Echinacea: Para afrontar el invierno

La echinácea era una planta familiar para los indios aborígenes de América del Norte. La utilizaban para tratar las mordeduras de serpiente y las heridas. Su raíz contiene numerosos principios activos con propiedades inmuno-estimulantes.

La echinácea se utiliza en el tratamiento del resfriado común. Su uso terapéutico está recomendado tanto en la prevención como en el tratamiento de las infecciones del tracto respiratorio superior.

La Alcachofa: Para una mejor digestión

La alcachofa proviene del cardo salvaje. Esta hermosa planta, de magnífico porte, con capítulos carnosos y hojas gruesas de un tono violáceo, es originaria del Norte de África. Normalmente consumimos sus deliciosas inflorescencias antes de su floración.

La hoja de la alcachofa se ha utilizado tradicionalmente para favorecer las funciones de eliminación del organismo y facilitar la digestión.

La Radhiola: La planta de la relajación

La Rhodiola o «raíz de oro» es una planta perenne que crece en los terrenos arenosos y secos de las pendientes rocosas y de los acantilados de las regiones frías de Asia, Siberia, Escandinavia y América del Norte. Tradicionalmente, se ha utilizado su rizoma, comestible y con olor a rosas.

La raíz de la Rhodiola rosea se recomienda para facilitar el descanso y ayudar al organismo a afrontar el estrés transitorio, favoreciendo la relajación.

La Vid Roja: La planta de la circulación

La historia de la vid se confunde con la del hombre. Originaria de Asia Menor, esta planta se ha cultivado en Grecia desde el siglo XV a. C. Los griegos concedían una enorme importancia a la vid, ya que la consideraban el emblema de la civilización. Ellos fueron quienes introdujeron la vid en Francia, 600 años antes de nuestra era. Muchas regiones de Francia deben su riqueza actual a su producción de vino.

Las hojas de la vid roja favorecen la buena circulación y ayudan reducir la sensación de pesadez y fatiga en las piernas.

Fuente: Laboratorios Arkopharma.

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